Desde hoy, las empleadas de hogar pueden optar a paro y se equiparan otros derechos con el resto de trabajadores
Hoy entra en vigor el derecho a paro para las empleadas de hogar. El Consejo de Ministros ha aprobado el subsidio de desempleo para estas trabajadoras, que constituían, hasta ahora, el único colectivo sin derecho a paro en España.
La aprobación de este Real Decreto tiene su origen en años de lucha y reivindicaciones de las plataformas de empleo de hogar, así como de otras organizaciones sociales y sindicatos, como USO.
Un derecho reclamado durante décadas
Las empleadas domésticas han sido, durante muchos años, el único colectivo privado de disfrutar del subsidio por desempleo en España, al haber formado parte del Sistema Especial para Empleados de Hogar. Este y otros derechos han sido reclamados durante décadas por diversas organizaciones, y reivindicados por USO de forma constante.
La aprobación del subsidio por desempleo de las empleadas domésticas marca un hito en España y supone una decidida apuesta por la lucha contra la economía sumergida y por el abordaje de la igualdad de género. El Convenio 189 de la OIT, principal documento de referencia sobre los derechos de las trabajadoras de hogar se firmó en 2011. España no lo ratificó, a pesar de las muchas presiones de USO y otros colectivos, hasta junio de 2022. Pero, ¿qué ha cambiado para que se empiece a tener en cuenta a estas trabajadoras?
Aunque ya se venía hablando desde hace tiempo, el Gobierno se vio obligado a aprobar, en marzo de 2020, en el contexto de la pandemia, la creación de un subsidio extraordinario para aquellas empleadas de hogar que se quedaran sin empleo o que vieran la obligación de reducir horas.
La clave: la sentencia del TJUE
No obstante, fue clave que, en marzo de 2022, el TJUE confirmara que la exclusión de las empleadas de hogar de la protección por desempleo era discriminatoria, ya que situaba a estas trabajadoras en desventaja con respecto al resto de trabajadores y se producía una discriminación indirecta por razón de sexo, al ser un sector compuesto mayoritariamente por mujeres. Un 95 %
En la sentencia del TJUE, se argumentaba que la normativa nacional española vulneraba el principio de no discriminación en materia de Seguridad Social de la normativa europea.
La pandemia y las advertencias internacionales facilitaron que el Congreso de los Diputados ratificara por fin el Convenio 189 de la OIT, por el trabajo decente de las empleadas de hogar, que el Consejo de Ministros aprobó previamente. Dicha ratificación implica que el país adopta el compromiso de ejecutar los cambios necesarios, en el plazo de un año, para dignificar el empleo doméstico.
Protección frente al despido, salud laboral y bonificaciones
Además de la medida estrella, el subsidio por desempleo, el Real Decreto aprobado incluye otras medidas encaminadas a mejorar la situación laboral de las empleadas de hogar:
- Derecho a todas las prestaciones asistenciales actualmente vigentes en el ordenamiento jurídico.
- En caso de despido, el Fondo de Garantía Social (FOGASA) será el encargado de subsanar las indemnizaciones de los empleadores que se declaren insolventes. Es una nueva situación que, a partir de ahora, se contempla en la legislación laboral.
- En materia de salud laboral, se les aplicará la Ley de Riesgos Laborales. Se adaptará a sus dolencias para evitar los riesgos y se creará una comisión para integrar la perspectiva de género en el listado de enfermedades profesionales.
- Protección frente al despido: se restringen las causas que justifican el desistimiento.
- Nuevo sistema de bonificaciones a las cotizaciones, para proteger a las familias: derecho de las empleadoras a una reducción del 20% en su aportación a la cotización a la Seguridad Social y bonificación del 80% en las aportaciones por desempleo y al Fondo de Garantía Salarial en el Sistema Especial para Empleados de Hogar. Los cambios en las cotizaciones se aplicarán desde el 1 de octubre de 2022 y hasta el 31 de diciembre.
- Políticas de formación para reconocer a las trabajadoras competencias laborales y de cuidados.
Compatibilidad con otras prestaciones
Al proporcionar el derecho a obtener la prestación por desempleo a las empleadas de hogar, se está produciendo una equiparación de derechos de estas con los del resto de personas trabajadoras. Por ello, las empleadas domésticas ya no tendrán un trato diferenciado. Entonces, ¿podrán las empleadas del hogar cobrar otro tipo de prestaciones, como la de maternidad?
Como ocurre con el común de las trabajadoras, este nuevo subsidio será incompatible con el cobro simultáneo de la prestación por maternidad. Una prestación que sí es compatible con el paro es la prestación por hijo a cargo.
Si una trabajadora con derecho a paro quiere cobrar la prestación de maternidad, es necesario que informe de ello a la oficina de empleo. El SEPE paralizará el cobro del subsidio para que la trabajadora pueda acogerse a la prestación por nacimiento, correspondiente a un periodo de 16 semanas.
Mientras dura la baja por maternidad, el paro no se consume. Así, una vez termine, es preciso solicitar la reactivación de este durante los 15 días hábiles siguientes. De esta forma, las empleadas, incluidas ahora las del hogar, podrán volver a cobrar el paro sin variación en importe y duración.
Economía informal y parcialidad, los principales retos
Desde USO, celebramos la aprobación del subsidio por desempleo de las empleadas de hogar por considerarlo fundamental en la dignificación del sector. Ahora, los retos principales son el de la puesta en práctica de los derechos para este colectivo y el de reducir considerablemente su porcentaje de economía sumergida.
Las trabajadoras irregulares se enfrentan a una gran precariedad laboral: no tienen protección ante la autoridad laboral, tienen salarios por debajo del SMI, no tienen la posibilidad de recibir subvenciones, ayudas o indemnizaciones. En el caso de las regulares, aunque se avanza favorablemente, aún sigue siendo un sector especialmente expuesto al acoso o a los bajos salarios.
La realidad es que el empleo de hogar es un sector muy feminizado, en el que se reproducen los roles tradicionales de género, en el que participan muchas mujeres migrantes y de edad avanzada. Se caracteriza, asimismo, por elevadas tasas de empleo irregular, parcialidad y un nivel elevado de fraude en la Seguridad Social. El camino a seguir viene marcado, en consecuencia, por la búsqueda de políticas públicas que cambien dicha situación y sigan fomentando un cambio integral en el sistema de cuidados español.
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